Hablemos de Psicología EN SERIO: trastorno de ansiedad por separación
Muy buenas, amigas y amigos:
La característica esencial del trastorno de ansiedad por separación es una ansiedad excesiva concerniente al alejamiento del hogar o de aquellas personas a quienes el sujeto está vinculado.
La ansiedad es superior a la esperada en sujetos del mismo nivel de desarrollo. La alteración debe mantenerse durante un periodo de por lo menos cuatro semanas en niños y adolescentes y provocar malestar clínicamente significativo o deterioro social, académico (laboral) o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
No se establece el diagnóstico si la ansiedad aparece exclusivamente en el transcurso de un trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico, o en adolescentes y adultos, si se explica mejor por la presencia de un trastorno de angustia con agorafobia.
Los sujetos con este trastorno pueden experimentar malestar excesivo recurrente al estar separados de su hogar o de las personas con quienes están más vinculados.
Los niños con este trastorno suelen expresar miedo a perderse y a no reunirse nunca más con sus padres.
Pueden ser renuentes o rehusar ir a la escuela o a un campamento, o visitar la casa de un amigo o dormir en ella, o hacer recados.
Estos niños son a veces incapaces de permanecer en una habitación solos y pueden manifestar un comportamiento de "aferramiento", situándose muy cerca del padre o de la madre y convirtiéndose en su "sombra" a lo largo de toda la casa.
Los niños con este trastorno suelen tener problemas llegada la hora de acostarse y pueden insistir en que alguien permanezca con ellos hasta conciliar el sueño. Durante la noche pueden trasladarse a la cama de sus padres (o a la de otra persona significativa como un hermano), y si no les es permitida la entrada en el dormitorio paterno, pueden dormir junto a la puerta de este.
Pueden tener pesadillas cuyo contenido expresa los temores del sujeto (por ejemplo, destrucción de la familia por incendio, asesinato u otra catástrofe).
Cuando ocurre o se anticipa una separación, son frecuentes las quejas físicas tales como dolores de estómago, cefaleas, naúseas y vómitos.
En los niños más pequeños pocas veces manifiestan síntomas cardiovasculares tales como palpitaciones, vértigos y sensación de desmayo, síntomas que sí pueden observarse en sujetos de más edad.
¡Un abrazo, amigos y amigas!.
Damián Cairo Touriño
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