El niño y la cultura audiovisual

 



Queridos amigos y amigas:

En nuestra sociedad, las imágenes se han convertido en un elemento de consumo masivo. La imagen supone para el espectador una vivencia que simbólicamente, sustituye a la realidad misma, al ser esta reproducida o emitida por cualquier medio (dibujo, pintura, televisión...).

La imagen constituye en nuestra sociedad constituye uno de los medios más generalizados de comunicación a la vez que contiene un gran potencial de información que influye en nuestra vida cotidiana.

Igualmente, la imagen constituye un lenguaje en sí misma, y debemos de enseñar a los niños a leerla e interpretarla.

El lenguaje audiovisual y las tecnologías de la información y la comunicación presentes en la vida infantil, requieren de un tratamiento educativo que, a partir del uso apropiado, inicie a niñas y niños en la comprensión de los mensajes audiovisuales y en su utilización adecuada.

Si la escuela ha de ser reflejo de la sociedad en la que está inscrita, la introducción de la imagen en la escuela se hace necesaria. En este sentido ofrece un amplio catálogo de posibilidades didácticas:

  • Informativa y transmisora de conocimientos.
  • Motivadora y de animación.
  • Expresiva comunicativa y de desarrollo de la creatividad.
  • Evaluadora.
  • De autoevaluación.
Así, las posibilidades didácticas y el valor educativo de la imagen como recurso y/o contenido serían:

  1. Atraer la atención.
  2. Proporcionar una base concreta para la formación de conceptos.
  3. Refuerza el aprendizaje.
  4. Amplía y mejora el vocabulario.
  5. Desarrolla las capacidades perceptivas.
  6. Es motivadora, por su fuerte carga de emotividad.
En cuanto a los riesgos de la imagen mal utilizadas, podemos señalar en general:

  • Saturación, que puede provocar la falta de atención.
  • Pasividad que impida la acción.
  • Introducir al niño en la sociedad de consumo.
  • Mezclar realidad y fantasía como un todo confuso.
En resumen, la imagen debe de seleccionarse con criterios pedagógicas y de desarrollo. La imagen, mal usada, es deseducadora y perniciosa para nuestros infantes.

¡Un abrazo!.




Damián Cairo Touriño

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