La bulimia nerviosa

 


Estimados amigos y amigas:

Hoy me gustaría hablar brevemente de un trastorno que repercute terriblemente en el siglo XXI: la bulimia nerviosa.

La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por episodios incontrolables de una ingesta desmesurada (o sobreingesta) de alimentos, seguidos de vómitos que se provoca la víctima y del abuso de laxantes, con la finalidad de eliminar todo lo ingerido para evitar los efectos engordantes de la comida.

Tanto hombres como mujeres pueden padecer este trastorno a lo largo de su existencia, pudiendo ir aparejada con un trastorno previo de anorexia nerviosa.

Las personas que experimentan una bulimia nerviosa durante la edad adulta frecuentemente eran niños/as silenciosos/as y de conducta intachable, siempre buenos/as y obedientes.

El miedo al rechazo o al temor de la desaprobación de los padres/madres puede haber provocado que se sintieran ansiosos/as por complacerles mostrándose maduros/as e independientes a una tierna edad.

Muchas personas con bulimia son conscientes de que su manera de comer es anómala, pero la vergüenza, los sentimientos de culpa hacia sí mismos/as pueden hacer que inicialmente se sientan reacios a reconocer el problema, en ocasiones durante años, y en consecuencia tampoco desean confiarlo a nadie más.

Muchas mujeres se preocupan por su figura en algún momento de su vida. Pero esta preocupación es muy diferente de las dudas arraigadas y sin tregua de las mujeres con bulimia nerviosa, las cuales tienden a ser muy vulnerables al aluvión de la publicidad sobre la importancia de estar delgado y "en forma".

Frecuentemente presentan expectativas poco realistas sobre lo que en su caso concreto pueden lograr si están delgadas. Muchas consideran que sólo serían felices y dignas de cariño y amor si tiene una figura esbelta y tan maravillosas como la de las modelos.

En resumen, este trastorno es muy grave, y debemos de tenerlo en cuenta porque nadie está libre de padecerla. 

Os animo a todos y a todas a que busquéis información sobre el tema y sobre todo, trabajad vuestra autoestima: solo una valoración autocrítica positiva de uno mismo nos puede salvar de esta grave enfermedad.

¡Gracias por vuestra atención!.


Damián Cairo Touriño

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