Hablemos de Psicología EN SERIO: la Dependencia Emocional

 



Muy buenas, amigas y amigos:

La dependencia emocional define la vinculación afectiva permanente y excesiva con otra persona, y se asocia con una baja autoestima que encubre carencias afectivas.

La dependencia emocional hace alusión a una relación de pareja en la que uno de los miembros depende en exceso del otro, llevando a cabo comportamiento dañinos para sí mismo/a y/o a la propia relación.

Supone una dependencia psicológica que se manifiesta a través de una serie de comportamientos adictivos en una relación donde existe una asimetría de roles, de tal manera que se despliegan conductas desproporcionadas e inadecuadas para satisfacer la necesidad de afecto.

Es la adicción hacia una persona. Tenemos la sensación de que necesitamos a esa persona y más concretamente, necesitamos lo que esa persona significa para nosotros. Pensamos que son él o ella no somos absolutamente nada.

Creemos que no encontraremos a ninguna persona parecida que nos quiera y a quien "queramos" de la misma manera.

En ocasiones, puede ocurrir que vivamos en una lucha eterna en la que tratamos de cambiar al otro y donde sentimos que no podemos distanciarnos.

El coste es muy alto, ya que vivimos en una prisión renunciando a nuestro bienestar.

Se trata de un tipo de relación en la que prevalece la sensación de unión y subordinación a la pareja, que produce una serie de consecuencias emocionales negativas:

  • Síntomas ansiosos y depresivos.
  • Pensamientos obsesivos.
  • Alteraciones de sueño.
  • Relaciones de pareja desequilibradas.
  • Abandono de relaciones sociales y de ocio.
En este sentido, la dependencia emocional conlleva emociones, pensamientos, motivaciones y comportamientos orientados a la búsqueda de la proximidad del otro para conseguir sentimientos de satisfacción, seguridad y reconocimiento.

Asimismo, puede estar acompañada de creencias distorsionadas sobre el amor, las relaciones, la soledad, la separación y sobre uno mismo.

La dependencia emocional se asocia también a otras situaciones patológicas como consumo de sustancias, trastornos de la conducta alimentaria o ser víctima de maltrato físico o psicológico.

Existen algunos síntomas que nos ponen alerta:
  • Se antepone el bienestar de la pareja y sus deseos.
  • Idealización del otro.
  • Complacencia y evitación del conflicto.
  • Angustia o miedo exagerado a la separación.
  • Modificaciones del comportamiento.
  • Sentimientos de culpa.
  • Control del otro.
  • Miedo a la soledad.
  • Ruptura con amigos y familiares.
¡Un abrazo, amigos y amigas!.







Damián Cairo Touriño

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