Melodía urbana
Hace sol, mucho sol;
la gente come en los bares deprisa:
no hay tiempo, hay que seguir trabajando...
...¡si Fritz Lang levantara la cabeza!.
Empiezo a sudar y mi garganta comienza a secarse,
suenan los cláxones de los coches ininterrumpidamente,
como orquestas sinfónicas interpretando
una patética, cruel y disonante melodía urbana.
Mi respiración se acelera,
aumento el ritmo de mis pasos,
tengo que llegar a mi destino:
la soledad de mi trabajo.
Las personas no se miran...¡se odian!.
¿Hombres?. No...
...¡máquinas!.
Damián Cairo Touriño
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